El moho de interiores (hongos) es muy común en áreas húmedas y en casas que tienen áreas con humedad como los sótanos. El moho puede provocar síntomas, como sibilancias o tos, u otra reacción alérgica como el salpullido de la dermatitis atópica o la congestión nasal de la rinitis alérgica.
El moho puede ingresar en un edificio a través de puertas, ventanas y conductos de ventilación abiertos y sistemas de calefacción o aire acondicionado. El moho del aire en el exterior también puede adherirse a la ropa, zapatos, bolsas y mascotas y, así, puede llevarse a espacios interiores. Crece en lugares con mucha humedad, como alrededor de filtraciones en techos, ventanas o tuberías, o en lugares que estuvieron inundados.
Es importante que:
- Controle el moho en su hogar
- Guarde la leña para chimenea fuera del hogar. La leña verde que se está secando puede contener esporas de moho.
- Revise que las plantas de interiores no tengan moho. Cámbielas de maceta o llévelas afuera si la tierra tiene moho.
- Inspeccione objetos en los armarios, como los zapatos, que puedan retener humedad.
- Repare cualquier zona que haya sido dañada por el agua debido a filtraciones en el techo o el sótano. Asimismo, fíjese que los espacios debajo de fregaderos y alrededor de tuberías no tengan goteras. Estos lugares son propicios para que crezca el moho.